El inicio de la historia se remonta a unos años atrás, cuando la familia Cabré, fundadora de la empresa, estaba viendo el chupinazo de las fiestas en directo. Observaron que el cohete era encendido con un mechero y, siendo especialistas en mecha y conocedores del riesgo que supone encender pirotecnia con mechero, vieron un peligro inmediato, además de una gran oportunidad.
Fue así como Francisco Cabré, tercera generación de la familia Cabré dirigiendo de La Industrial Algodonera, se decidió a enviar una carta a quien, en ese momento, era alcalde de Pamplona, Joseba Asiron. El contenido de la carta, pese a ser mayoritariamente un misterio, informaba de los peligros de encender petardos y otros productos pirotécnicos con mechero, debido a su rápida combustión y el poco tiempo de reacción que posee la persona que lo enciende. Además, añadió un flyer de nuestra emblemática mecha naranja. Sin embargo, la respuesta a esa misiva nunca llegó.
Para la sorpresa de la familia, el chupinazo del año siguiente fue encendido por el director de la Cruz Roja y, ¿adivináis con qué? Sí. Con nuestra mecha yesquera.
En agradecimiento, el Sr. Cabré envió de nuevo una carta a la Guardia Urbana i bomberos, para mostrar su satisfacción ante el cambio de utensilio para el encendido del cohete.
Desde entonces, podemos ver año tras año, como una pequeña mecha naranja enciende las fiestas de San Fermín.